Si nos encontramos en el proceso de adquirir un dominio para nuestro próximo proyecto web, es probable que ya nos hayamos encontrado con el concepto de DNS y su importancia.
Una situación común es cuando el proveedor del dominio no es el mismo que el del hosting web. En estos casos, es necesario gestionar el apuntado del dominio hacia el servidor correspondiente del hosting.
Este proceso, conocido como propagación de los registros DNS, puede tardar desde unos minutos hasta varias horas en completarse, ya que los ajustes deben reflejarse a nivel global en internet.
Aunque generalmente solo requiere paciencia, hay momentos en los que es importante comprobar el estado del apuntado y confirmar si los DNS se han propagado correctamente.
Precisamente, este artículo está dedicado a profundizar en ese tema, además de entender cómo comprobar las DNS de un determinado dominio.
Tabla de contenidos
¿Qué son las DNS de un dominio?
Partimos del supuesto de que ya tenemos más o menos claro qué son las DNS y la importancia de su papel en el funcionamiento del internet moderno. Sin embargo, antes de profundizar en el tema principal, hagamos un breve repaso sobre qué son las DNS y su relevancia.
Domain Name System o las DNS de un determinado dominio significa el sistema que se encarga de traducir los nombres de dominio (como misitioweb.com) en direcciones IP (como 192.0.2.1) que los navegadores utilizan para localizar y acceder a los servidores donde se alojan sitios web, servicios de correo o cualquier otro recurso que se encuentre en línea.
En términos prácticos, las DNS de un dominio son los servidores responsables de dirigir el tráfico hacia determinado lugar concreto. Cuando configuramos un dominio, debemos asociarlo con unos servidores DNS específicos que indican dónde están los registros de ese dominio (como el registro A, CNAME, MX, etc.). Estos registros son los que dictan qué servicios se encuentran vinculados a ese dominio y a qué dirección deben ir.
¿Por qué es importante la propagación de DNS de un dominio?
Cuando contamos con un dominio y queremos asociarlo a un proveedor de hosting web, es necesario realizar el proceso de cambiar los DNS del dominio, o bien apuntarlo. Al ejecutar estas acciones, para que los cambios sean reconocidos en todo el internet y sean visibles para los usuarios, entra en juego el proceso conocido como propagación de DNS.
La propagación de DNS ocurre, principalmente, en escenarios como el mencionado. Cuando se realizan cambios en los registros DNS (como A, CNAME o MX), estos deben distribuirse y actualizarse en los servidores DNS de todo el mundo.
Sin embargo, este proceso no es inmediato. Cada servidor DNS almacena en su caché la configuración anterior durante un periodo definido por el TTL (Time to Live). Hasta que esa caché expire, algunas regiones podrían seguir mostrando la configuración anterior.
Es crucial tener en cuenta la propagación de DNS al realizar cambios en la configuración de un dominio. Esto garantiza que las modificaciones, como cambiar de proveedor de hosting o actualizar registros DNS, se reflejen correctamente a nivel global, permitiendo que los usuarios puedan acceder al sitio web o servicios asociados sin interrupciones desde cualquier lugar.
Entre los aspectos clave en los que está involucrado el proceso de propagación de DNS podemos destacar los siguientes:
Acceso a sitios web: si hemos realizado el cambio del servidor donde está alojado determinado dominio, los registros A deben ser actualizados. Luego, durante la propagación, algunos usuarios podrían ser dirigidos al servidor antiguo, lo que podría causar problemas de acceso temporal.
Envío de correos electrónicos: existen registros DNS asociados directamente al correcto funcionamiento de las direcciones de correo electrónico, es por ello que cuando se cambian los registros MX para configurar un determinado servicio de correo, la propagación es clave para garantizar que todos los emails puedan llegar al servidor correcto.
Si el proceso de propagación no se completa, algunos correos pueden ser rechazados o incluso perderse.
Evitar conflictos entre servicios: un error común que puede suceder es que el dominio pueda estar configurado para apuntar a dos registros distintos debido a una propagación incompleta. Esta incidencia podría generar problemas como mostrar diferentes versiones del sitio web o redirigir las vistas a servicios que no son los correctos.
Actualizaciones globales: internet tal y como lo conocemos es un sistema global y la propagación asegura que los servidores en todas las partes del mundo tengan la misma configuración DNS para un determinado dominio.
Cuánto tarda la propagación: el tiempo de propagación puede variar según el TTL que se ha definido en los registros DNS y la frecuencia con la que los servidores DNS de los ISP actualizan su caché. En general, el proceso de propagación puede tardar desde unos minutos hasta 48 horas.
¿Cómo comprobar el estado de DNS de un dominio?
Validar el estado del apuntado o la propagación de los registros DNS de un dominio puede parecer confuso al principio. Sin embargo, existen varias opciones que podemos utilizar, desde herramientas externas hasta funcionalidades integradas en el sistema operativo de nuestro ordenador.
Mediante herramientas externas
Una de las formas más comunes para verificar los registros DNS y su estado de propagación es mediante plataformas gratuitas disponibles en línea. Estas herramientas son populares por su simplicidad y facilidad de uso. A continuación, destacaremos algunas de las más utilizadas.
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WhatsMyDNS: se trata de una herramienta en línea que permite verificar la propagación de los registros DNS de un dominio en diferentes ubicaciones alrededor del mundo.
Es especialmente útil para confirmar si los cambios realizados en los DNS (como registros A, CNAME, MX, TXT, entre otros) han sido propagados correctamente en los servidores DNS globales.
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MXToolbox: es una herramienta en línea ampliamente utilizada para diagnosticar, analizar y gestionar configuraciones DNS relacionadas con dominios, servidores de correo electrónico y otros servicios.
Es particularmente conocida por su capacidad para verificar registros MX (Mail Exchange), que son esenciales para el funcionamiento del correo electrónico, aunque también permite consultar otros registros DNS y realizar análisis más avanzados.
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Buscador WHOIS: otra alternativa para poder conocer información vital relacionada con determinado dominio es el uso de WHOIS, se trata de una herramienta utilizada para consultar información sobre la propiedad, el registro y la administración de un dominio donde podremos ver datos importantes como sus nameservers.
Mediante el sistema operativo
Desde las opciones nativas del sistema operativo que tengamos en uso es posible comprobar los DNS de determinado dominio.
Windows: por medio del símbolo del sistema o la ventana de comandos “cmd” por medio de un comando podemos consultar los registros DNS de un dominio, para ello vamos a seguir los siguientes pasos.
Debemos invocar la ventana de comandos, puede ser usando la combinación de teclas “Windows + R”, para luego colocar en el buscador “cmd”.
Con la ventana de comandos abierta vamos a usar el comando “nslookup -type=ns google.com” donde podemos cambiar el dominio de ejemplo que en este caso es “google.com” por el dominio que deseamos comprobar.
Como podemos apreciar podemos ver tanto los nameservers del dominio como las IPs a donde apuntan los DNS del dominio.
Si deseamos realizar este procedimiento en otros sistemas operativos tambien es valido y su proceso es muy similar, por ejemplo:
macOS: si usamos macOS desde el launchpad que invocamos usando la combinación de teclas “Comando + Espacio” vamos a buscar “Terminal”.
Con la ventana de la terminar abierta vamos a usar el siguiente comando “dig +short ns google.com” donde podemos cambiar el dominio de ejemplo que en este caso es “google.com” por el dominio que deseamos comprobar.
Linux: si usamos un ordenador con Linux, bastará el invocar la ventana de comandos por medio de la combinación de teclas “CTRL + ALT + T”, para luego usar el siguiente comando “dig +short ns google.com” al igual que con macOS.
Mediante el proveedor del dominio u hosting
Al adquirir un dominio, generalmente tenemos la posibilidad de gestionarlo desde el panel de control proporcionado por el proveedor. Además, en muchos casos, contamos con herramientas adicionales que nos permiten comprobar el estado de las DNS del dominio.
Existen proveedores multipropósito, como Cloudflare o Google Domains, que incluyen herramientas de análisis DNS de forma predeterminada entre sus opciones disponibles.
Por otro lado, hay proveedores que ofrecen tanto el servicio de aparcamiento de dominios como de hosting web. En estos casos, podemos aprovechar los paneles de control del servidor, como cPanel, Plesk o WePanel, para validar e incluso modificar registros DNS de manera sencilla y centralizada.
Problemas frecuentes al consultar DNS
Cuando realizamos la comprobación de los DNS de un dominio, pueden surgir diversos problemas que afectan el acceso al sitio web, correo electrónico o cualquier servicio vinculado al dominio.
Es por ello que vamos a determinar todos aquellos posibles problemas comunes que nos podemos encontrar, con su causa y solución.
Registro DNS no encontrado: cuando nos topamos con un enunciado o mensaje de error como el siguiente “NXDOMAIN” o “Non-existent domain, se trata de que el dominio no se encuentra registrado.
Es posible que los registros DNS concretos (como A, MX o CNAME) no existan o no se hayan definido de forma correcta. En este caso debemos validar la configuración de los registros DNS desde nuestro proveedor, al igual que el uso de los nameservers si se encuentren apuntando al servicio correcto.
Propagación incompleta: un caso común que podemos encontrar y ya hemos repasado es que el dominio funciona en algunas regiones, pero en otras no. Esto puede suceder cuando se realizan cambios recientes en los DNS que no se han propagado completamente debido al TTL (Time to Live).
Otro posible causante es la caché DNS desactualizada en los servidores o dispositivos locales.
Por lo general, la solución es esperar hasta 24-48 horas para que se complete la propagación, también por nuestra parte podemos vaciar la caché de la DNS local en nuestro ordenador por medio de comandos como los siguientes:
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Windows: ipconfig /flushdns
macOS/Linux: sudo dscacheutil -flushcache o sudo systemd-resolve –flush-caches.
Registro DNS apunta a una dirección incorrecta: el sitio web no carga de forma correcta o arroja errores como 404 y 403. Es posible que el registro A o CNAME apunta a la IP o dominio incorrecto.
En este caso debemos validar el registro A (o CNAME) en el panel de administración de DNS. Por otro lado si es necesario debemos corregir la IP o el dominio de destino según las indicaciones del proveedor de hosting.
Problemas con el correo electrónico (registros MX): si los correos corporativos no están siendo recibidos o llegan al lugar incorrecto, es posible que los records asociados MX no existan o se encuentren mal configurados.
Para solucionar este problema solo basta con comprobar los registros MX, que apunten al servidor de correo correspondiente, además de validar si son necesarios otros registros complementarios como SPF, DKIM y DMARC para evitar problemas de autenticación.
Errores en los registros TXT: continuando con el punto anterior, otro problema relacionado con los correos electrónicos es la llegada como spam. En este caso es posible que falte o se encuentre mal configurados los registros SPF, DKIM y DMARC según las recomendaciones de tu proveedor de correo.
Errores de servidores de nombres (NS): un error común que podemos encontrar es que no carga el sitio web esperado, principalmente motivado a que no hemos configurado de forma correcta los servidores de nombres o en su defecto no se encuentran activos.
De ser alguno de estos casos, lo ideal sería validar desde el proveedor del dominio para determinar si son los nameservers correctos y si el dominio se encuentra activo.
Tiempo de espera excedido (Timeout): si el dominio tarda mucho en responder o la consulta DNS falla puede ser generado por problemas de conectividad entre el cliente y los servidores DNS, tambien es posible que el servidor DNS autoritativo se encuentra sobrecargado o fuera de línea.
En esta situación vale la pena probar el cambia de forma temporal los DNS de nuestro ordenador a unos públicos (como Google: 8.8.8.8 o Cloudflare: 1.1.1.1) para realizar pruebas de conexión.
Conflictos entre registros: si el sitio que deseamos consultar bajo determinado dominio presenta comportamientos erráticos, como cargar diferentes servicios dependiendo del dispositivo, es posible que exista una discrepancia entre los registros como múltiples registros A apuntando a distintas IPs o CNAME incorrectos.
Lo ideal sería revisar todos los registros DNS para evitar duplicidades o conflictos.
Configuración incorrecta de subdominios: si, por otro lado, hemos establecido subdominios y estos no funcionan o apuntan al lugar equivocado, es posible que sea motivado a la ausencia de registros CNAME o A para los subdominios.
La solución en este caso sigue siendo similar al punto anterior, es necesario verificar y configurar los registros necesarios para cada subdominio.
Conclusión
A lo largo de este recorrido, hemos destacado la importancia de los DNS en el funcionamiento y la comunicación entre plataformas en internet. Sin embargo, muchos de los problemas que surgen al validar estos registros suelen estar relacionados con errores humanos.
Por ello, comprobar las DNS de un dominio es una acción esencial para garantizar que un sitio web o servicio esté correctamente configurado y sea accesible para los usuarios. Este proceso permite confirmar que los registros apuntan al servidor adecuado y que los cambios realizados se han propagado de manera global.
Además, la validación de las DNS ayuda a prevenir problemas de conectividad, como la inaccesibilidad del sitio o fallos en la entrega de correos electrónicos. Detectar y corregir a tiempo inconsistencias o errores en los registros puede evitar interrupciones en los servicios asociados al dominio.
En definitiva, realizar comprobaciones periódicas de las DNS es una buena práctica que asegura una experiencia fluida para los usuarios y refuerza la confiabilidad de nuestros sitios web y servicios.
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