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¿Cómo elegir un hosting para alojar una web?

por | Sep 22, 2023 | Administración del Hosting

Imagen destacada - Cómo elegir un hosting para alojar una web

Al final te has decidido a poner en práctica tu fabulosa idea para tu negocio, o para cualquier otro tipo de proyecto. ¡Enhorabuena!

Lo siguiente es saber cómo elegir un hosting para alojar una web, esa que va a hacerte triunfar, vender, transmitir contenidos a tu público, o prospectar nuevos mercados y monetizar.

Pero claro, tu nivel técnico es medio o bajo, y a la hora de elegir un sitio en donde alojar tu web WordPress, puede que te pierdas un poco. No te preocupes, estás en el artículo correcto.

A lo largo de estas líneas, te voy a explicar lo que tienes que tener en cuenta para no elegir un alojamiento web, y lo que sí que tienes que tener en cuenta para elegir un hosting para tu proyecto y que se adapte a las necesidades o requisitos técnicos para que no tengas problemas a la hora de ponerlo a funcionar.

  Conceptos a tener en cuenta

 

Antes de entrar en materia, quiero explicarte una serie de conceptos clave y terminología que tienes que tener clara antes de seguir leyendo las siguientes secciones del artículo.

Seguro que has escuchado en varias ocasiones alguna, (o todas), de estas palabras que te suenan a chino, y te has quedado con cara de mejor me callo que estoy más guap@.

A todos nos ha pasado, y es completamente normal. Hoy en día la tecnología nos desborda, y no hay que saber nada de memoria, lo mejor es conocer fuentes de información fiables.

  Hosting vs. Servidor Web

 

Estas dos palabras, que la gente mezcla como el colacao con la leche. Servidor por allí, hosting por aquí… ¿pero cuál es la diferencia? El idioma.

Simple y llanamente. Puedes llamarlo como te dé la gana, pero si eres de l@s que dice “Google” marcando en la voz el sonido de la “o”, en lugar de transformar la doble “oo” en una “u”, te vendrá mejor usar el término servidor.

Si tu perfil es más de buscar información por Internet, de todo tipo y en cualquier idioma, seguro que ya tendrás más que afianzado el término de hosting web (en inglés). Parece una tontería, pero crea muchas confusiones (como diferenciar WordPress.com de WordPress.org).

  Qué es un hosting

 

Ahora que ya sabes la gran diferencia entre servidor y hosting, voy a utilizar el término en inglés.

Un hosting es una carpeta virtual en un ordenador (propio o alquilado) en donde almacenas unos datos en ficheros, para mostrarlos de manera privada o pública a quien tú quieras. Es decir, en el caso de WordPress, todos los ficheros que te descargas de WordPress.org, irán a parar a esa carpeta.

Cuando tengas un dominio comprado, dicho dominio tendrá que “mirar” lo que hay en esa carpeta, para poder mostrar su contenido. Hablo de carpeta en el sentido más simple, ya que puedes tener un hosting con varias carpetas, con diferentes webs o aplicaciones en ellas (no solo de WordPress).

Lo que te tiene que quedar claro es que, un hosting, es un espacio físico que alquilas en un ordenador, que normalmente se encuentra en un edificio grande con muchos ordenadores, bien cuidados y vigilados.

Ten en cuenta que el ordenador que contenga el espacio que tú alquiles mensualmente, deberá estar funcionando 24 horas, 7 días de la semana, para que tu web esté accesible siempre, se visite cuando se visite.

Aquí ya tienes una pista de lo que hay que buscar en un hosting: calidad en cuanto a hardware (ordenadores físicos), que funcionen bien y no se cuelguen.

  Qué es el uptime

 

Aquí entra en juego el tiempo que ese ordenador está activo, mostrando tu web.

Si llega un momento en que se produce mucha actividad dentro del ordenador (muchas visitas, que requieren cargar tus archivos muchas veces), esto cansará a la máquina, y hará que se quede colgada o no responda durante cierto tiempo.

Esto es lo que se llama el uptime, idealmente tiene que ser superior al 99% (que es lo que se ofrece en la mayoría de los hostings de fiar).

  Qué es un CDN

 

Un CDN (Content Delivery Network), es un término más complicado y avanzado. Lo que sí que puedo decirte es que con un CDN, podrás mostrar, de una manera igual de rápida, el mismo contenido a alguien que te visite desde tu misma ciudad, y a alguien que te visite desde Australia.

Esto es posible gracias a que a través de un CDN, la información de tu web se va copiando en varios ordenadores repartidos por todo el planeta, y así, esa “transmisión” de información se acorta, ya que siempre hay un ordenador disponible con tu web, cercano a más cualquier sitio desde donde te estén visitando.

  Diferencias hay entre hosting compartido, privado (VPS) y dedicado

 

Dependiendo de lo que necesite tu web (lo vemos en la siguiente sección), te convendrá más un tipo de hosting u otro. En la gran mayoría de casos, optarás por el primero o el segundo, pero no te preocupes, porque un buen hosting te permitirá cambiar de uno a otro con poco esfuerzo.

Te resumo en unos párrafos las principales diferencias entre un hosting compartido, privado (VPS) y dedicado.

  • Hosting compartido:
  •  

    • El servidor es compartido con cientos usuarios.
    • Los recursos del servidor (RAM, CPU, etc.) se distribuyen entre todos los Hostings alojados en cada servidor.
    • Precio muy económico, con buen rendimiento y recursos (dependiendo del proveedor).
    • Ideal para blogs personales, sitios pequeños, medianos y grandes, ya que pueden ser escalables.

Tal y como indica el nombre, en un hosting compartido se comparte el espacio en un ordenador.

Esto tiene sus ventajas y desventajas. Como ventajas, que es más barato, más asequible, no tienes que lidiar con demasiadas configuraciones (ya que el propio hosting se encarga de mantenerlo) y es sencillo de utilizar en general.

Como desventajas, aunque pocas, se mencionan la disponibilidad de recursos y las limitaciones que hay en términos de seguridad. Por ejemplo, si tienes una web vecina en tu mismo hosting compartido, que recibe muchas visitas (pero muchas), esto va a hacer que los recursos destinados a tu web, por ese ordenador compartido, se vean un poco limitados.

Aquí te dejo un interesante artículo que te menciona las ventajas y desventajas de un hosting compartido en detalle.

  • Hosting privado (VPS):
  •  

    • El servidor físico se particiona en máquinas virtuales privadas.
    • Cada VPS opera de forma independiente con recursos garantizados.
    • Rendimiento más estable y predecible.
    • Permite escalar recursos según sea necesario.
    • Precio mayor que el compartido pero más económico que el dedicado.
    • Apropiado para grandes tiendas online y sitios con mucho tráfico.

Es tener tu propia parcelita dentro de un hosting, la cual te asignan mediante una partición de disco, solo para ti. En este tipo de hosting, tienes muchísimas más opciones y control sobre lo que tienes alquilado.

Si necesitas más memoria RAM, pues añades más. Si necesitas más recursos, pues los tienes. Su uso es principalmente para medianas empresas, con una web prominente, o para aplicaciones algo complejas, que requieren estabilidad, rendimiento y seguridad.

  • Hosting dedicado:
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    • El cliente tiene un servidor físico completo solo para su sitio.
    • Rendimiento máximo y recursos 100% disponibles siempre.
    • Precio elevado pero máximo control y rendimiento.
    • Recomendado para grandes portales corporativos y sitios con alto tráfico.

Aquí tú ya eres el máster del universo. Tienes a tu disposición tu propio ordenador, sin compartir con nadie, y con todos los
recursos que quieras.

Eso sí, es el hosting más caro, y requerirá de ciertos conocimientos más técnicos y avanzados. Es el típico tipo de hosting que contratas cuando ya te toca delegar la web a manos de uno o varios expertos técnicos, que se ocuparán de todo por ti.

  Hosting auto-gestionado

 

Es un concepto o servicio relativamente nuevo. Es un tipo de hosting muy enfocado a una tecnología en particular, en donde tú te olvidas de toda la parte de mantenimiento técnico, y cualquier pregunta que tengas es respondida y gestionada por una persona de soporte.

Digamos que este tipo de hosting es el más cómodo, ya que no tienes que preocuparte por nada a nivel técnico. Lo tienes todo auto-gestionado, y solo tienes que preocuparte por el contenido de tu web.

  Y tu web… ¿Qué necesita?

 

¡Equilicuá (me encanta esa expresión) la cuestión!

Aquí es en donde más atención debes tener, para que no te vendan la moto. Piensa en cuando te compraste tu primer coche: ¿para qué lo querías? A ver si puedes sentirte identificado con alguno de estos escenarios:

  • Necesitas una web para “ir tirando”, en la que sabes que no tendrás grandes picos de visitas, y que usarás para mostrar quién eres, qué haces y cómo contactarte: te recomiendo cualquiera de los dos primeros tipos de hosting.

  • Tienes una web que ya recibe bastantes visitas mensuales, y necesitas ir añadiendo más contenido y funcionalidades, ya que vendes productos online, o tienes cierto servicio de membresía mensual: te recomiendo el VPS.

  • Eres un o una magnate web, y apareces como primer puesto en Google cuando alguien busca por tus palabras clave. Recibes miles de visitas al mes, y tienes varias personas subcontratadas, para que editen el contenido de la web constantemente; además tienes uno o varios técnicos que se ocupan de los pequeños (y grandes) problemas que pueda tener la web, y brindan soporte técnico a todo el mundo: definitivamente, contrata un servidor dedicado.

Lo más importante es que no te dejes seducir por los superextras que ofrecen los hostings, y el gran espacio de almacenamiento que te vendan (a veces surrealista).

Al igual que con algunos extras de coche que no te hacen falta, cíñete a lo que en ese momento necesites, y contrata lo justo. La buena noticia es que, al contrario que con un coche, cuando necesites escalar y añadir extras a tu hosting, podrás hacerlo.

  Malas prácticas de algunos hostings a evitar

 

¡Ya me estoy enrollando mucho! Pero de verdad quiero que no te den gato por liebre, y que sepas reconocer, en términos generales, un mal hosting.

Si detectas cualquiera de estas características, empieza a plantearte elegir otra opción para tu web.

  • Servicio hiper-mega-velocidad-luz de rápido: Cuando ves que en la página de ventas del hosting, hacen hincapié en que sus servidores van a la velocidad de la luz, aunque el precio sea muy bajo. Ponlo en duda.

  • Mala interfaz de usuario: Cuando ya has contratado el hosting, y entras a un panel de administración en donde te pierdes, y que no termina de ser agradable, usable, y sobre todo útil. Pide que te devuelvan el dinero.

  • ¿Soporte? ¿Qué soporte?: Cuando tienes tu primer problema o duda, y no encuentras de manera clara un formulario de contacto o un sistema de tickets de soporte. Pide aquí también tu dinero de vuelta.

  • Extras inesperados: Cuando tú habías contratado un servidor por X euros al mes, y la factura que te envían al contratar un año entero, arroja un precio de X más Y, más Z, que son dos extras que no sabías que habías contratado (y que aparecen en los términos y condiciones que nadie se lee, del contrato inicial con el hosting).

    Busca un hosting transparente con los precios.


  • Hosting a precio de montadito de queso: Velocidad del rayo, espacio ilimitado, bases de datos ilimitadas, todo por lo que cuesta un montadito de queso en un bar. No te fíes, nada es gratis.


  • Devolución de dinero difícil: No te ha terminado de gustar el servidor, y además de no poder encontrar fácilmente el formulario de devolución de dinero, te dan largas y ponen pegas… no vuelvas a pagarles más.


  • No cesan en intentar venderte extras: Te han venido el servidor del montadito de queso, y luego te bombardean con emails para venderte un servicio de creación web, o un fantástico y maravillosamente anticuado page builder, con un servicio de protección anti-hackeos de 40 euros al mes…. cambia de hosting.


  • Dominios difíciles de incorporar: Cuando ya tienes un dominio comprado en otro sitio, y no encuentras las DNS de tu hosting para decirle al dominio a donde mirar y qué mostrar. El servidor se empeña en que traspases el dominio a sus servicios contratados contigo. No.

  • Hosting gratuito: Aquí no me extenderé: no hay nada gratis y bueno a la vez.

  • Espacio ilimitado nivel Dios: Te prometen el oro y el moro en cuanto a espacio, pero cuando realmente lo necesitas (pasados varios meses o años) te aumenta la factura mensual con un “extra” para ese espacio de más. (¿¿Pero no era ilimitado??)

  • Problemas por doquier: Notas que tu web de WordPress alojada en sus servidores se cuelga, que no va rápida, que aparecen continuos errores de servidor… no estás a gusto, cambia de hosting.

  • La culpa es tuya desde un principio: Por fin consigues contactar con el soporte, y lo primero que te dicen, tras esperar su respuesta una semana es, que revises tus plugins y plantillas, y si continuas con el problema les vuelvas a contactar…. ¡Así no! ¡Uf! Siento este reproche negativo hacia algunos hostings, pero es como cuando entras a un bar, y sabes que no vas a estar a gusto desde el principio.

Siguiendo con la metáfora, hay tantos hostings como bares en España (que ya es), así que tú mandas, tú eres quien tiene que estar a gusto y contento con un servicio por el que pagas. Pero vamos a dejar la parte negativa, ahora toca la parte optimista.

  Características de un buen hosting

 

Cuando revises la página de ventas de un hosting en particular, intenta encontrar cualquiera de estas características (cuantas más mejor). Es lo que va a diferenciar a un buen hosting, de un mal hosting.

  • Carga rápida optimizada para WordPress: Ofrecen paquetes de hosting, expresamente especializados y optimizados para WordPress. En dichos hostings, se han optimizado diferentes aspectos técnicos en el hardware (discos SSD por ejemplo), para que funcionen mejor con WordPress.

  • Escalabilidad: Te ofrecen diferentes packs, cada uno con más extras, y también te dicen (normalmente en las preguntas frecuentes) que puedes ir subiendo de “nivel” cuando quieras, con uno o dos clics, y ellos se encargan del resto. Así sí que podrás empezar pequeño, y acabar gigante, de una manera escalable y que te ahorrará mucho dinero.

  • Panel de control amigable: Usan una interfaz de usuario elegante, usable, limpia, con un soporte por chat, y con un control de recursos que ya conoces o te suena: WePanel. Es lo mínimo que hay que exigir, así que, en este caso, adelante.

  • Certificados SSL al alcance de todos: Te permiten instalar Certificados SSL gratuitos con dos clics (y además te muestran artículos de blog y videotutoriales sobre cómo hacerlo).

    Además, te ofrecen otro tipo de certificados de más alto nivel de seguridad, por si tus necesidades web así lo requieren. Es algo básico hoy en día, en donde Google exige que todas las webs encripten la información sensible de los usuarios.


  • Gran soporte, útil y cercano: Para mi, esta es la característica más importante. Siempre vas a tener dudas o situaciones que escaparán a tu control y conocimientos técnicos, así que busca un hosting que se caracterice por un soporte técnico exquisito.

  • Uptime de más del 95%: ¿Te acuerdas del uptime al principio de este artículo? Recuerda verificar que el hosting en concreto asegura uptime de más del 95% para tu web.

  • Servicio de backup opcional: A veces haces un cambio en tu web de WordPress, o instalas (o desinstalas) un plugin que no debías, y se te va toda la web al garete. Poder restaurar una copia del día anterior, con dos clics, es algo que te limpiará el alma y hará que duermas mejor.

    Busca un servicio de backup diario (para cuando estés construyendo la web) y semanal (para cuando la estés manteniendo).
    Hay muchos plugins de backups y servicios externos muy buenos, pero si tu hosting lo incorpora, como SuperBackup, nuestro sistema de copias de seguridad en WePanel de Webempresa, mejor que mejor.


  • Caching opcional: Al igual que el punto anterior, hay muchas maneras de aumentar la velocidad de carga de tu web de WordPress, utilizando plugins de caché (páginas pre-cargadas en el hosting, para que se muestren más rápidamente a las visitas a tu web). Si el hosting que estás considerando, tiene algún servicio de caché incluido en el precio, pues genial.

  • CDN integrado con alguna plataforma fiable: ¿Recuerdas el concepto de CDN? Si el hosting te facilita la vida para conectar fácilmente los archivos de tu web a cualquiera de los principales servicios de CDN fiables, estás en un buen hosting.

  • Herramientas de seguridad y rendimiento opcionales: Volvemos a las opciones que se pueden conseguir mediante plugins, pero que sí las incorpora tu hosting, mejor que mejor. Hay incluso hostings que tienen herramientas propias de seguridad y rendimiento, como por ejemplo el de Webempresa: CiberProtector y WP Doctor.

  Mi experiencia con Webempresa

 

Este apartado es un poco especial, y quiero dejar claro que no se me ha pagado extra por hablar bien de Webempresa.

Webempresa me paga los artículos que escribo, obviamente, pero es que no me hubiera planteado escribir nada para ellos, si no me tuvieran muy contento con su servicio.

Yo empecé como mero cliente de Webempresa, porque me habían hablado muy bien de su soporte técnico, que te lo soluciona todo en un plis plas. (Y lo corroboré varias veces).

He probado otros más grandes, tipo GoDaddy, 1and1, BlueHost, etc. Y para la necesidad que yo tengo con mi web, Webempresa es ese hosting cercano y familiar que siempre está ahí para ti, y que no defrauda (al menos en 9 años que llevo con ellos).

Tranquil@, no voy a poner ningún link de afiliado para ganar más dinero si te registras con Webempresa.

Simplemente quería mencionar que estoy muy contento con su servicio de atención al cliente y de soporte técnico, y que las webs que tengo con ellos van como un rayo.

También añado que su servicio cumple con casi la totalidad de todos los requisitos mencionados en el apartado anterior, así que, en lo que respecta a mi necesidad hoy en día para mis webs, estoy encantado.

  Conclusiones

 

Hay muchas empresas de hosting. Hay muchas muy buenas, y muchas muy malas.

Tómate tu tiempo para encontrar la que te gusta, y prueba todas las empresas que necesites. Déjate guiar por las recomendaciones subjetivas de tus conocidos, pero siempre sé fiel a lo que demuestre el servicio (objetivamente hablando), en el ámbito de profesionalidad.

Encuentra una empresa fiable, cercana, que te trate de tú a tú, con personas reales y que muestren pasión por lo que hacen.

Todo ello se verá reflejado en los servicios que dan, y cómo los dan. Por mi parte ha sido todo, y espero que te haya resultado útil este artículo. Un abrazo fuerte y ¡nos vemos en otra ocasión!

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