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Gamificación ¿cómo aplicarla en tu estrategia de marketing?

por | Jul 4, 2019 | Marketing online y comercio electrónico

Gamificación ¿qué es y cómo aplicarla en tu estrategia de marketing?


Es muy posible que, si te hablo de gamificación como estrategia de marketing empresarial, no tengas muy claro de qué te estoy hablando.

Sin embargo, estoy absolutamente convencido de que has participado, sin ser muy consciente de ello, en una estrategia de gamificación de alguna empresa o marca a la que sigues, te gusta o eres cliente.

Por ello, para comenzar con buen pie, te informaré antes que nada sobre qué es exactamente y que así puedas comprobar sus distintas aplicaciones digitales.

 

   

 ¿Qué es la gamificación?

¿Qué es la gamificación?


Esta curiosa palabreja, “gamificación”, es una deformación de la palabra inglesa game (juego).

Y la gamificación es, básicamente, hacer jugar a tus clientes (o personas interesadas en tu marca o producto), para mantenerlas entretenidas mientras te compran casi sin darse cuenta.

Es una definición un poco a grosso modo, pero no va mal encaminada. Un experto en esta materia seguro que sería más sutil y le daría más matices, pero básicamente es eso, una estrategia de marketing para que tus clientes te sean fieles y compren, o sigan comprando tus productos o servicios.

¿En qué consiste una estrategia de gamificación exactamente?

La típica estrategia de gamificación es la de ofrecer puntos por las compras para después poder canjearlos por regalos o descuentos en futuras compras. ¿A que esto te va sonando más?

Lo que se pretende con la gamificación es tener a tus clientes activos y enfocados hacia el objetivo que tú tengas marcado.

Es verdad que no solo se trata de vender más (aunque ese sea el objetivo principal último de toda empresa). Puede que tu estrategia de gamificación lo que busque en un primer momento es dar a conocer tu marca, que la gente llegue hacia tu marca y se enganche con algún juego que les propongas.

Así tendrás más audiencia para tu marca, será más conocida, más reconocida, más apreciada, será de confianza… y confiarán en ti para comparar lo que les vendas.

¿Necesitas un ejemplo de este tipo de técnicas de marketing?

Un ejemplo de gamificación podría ser un centro de control de peso que proponga una competición de fotografías entre sus clientes. Cada día esos clientes que participan en el juego deberán publicar una fotografía con su peso.

Al final de la semana, el que más peso pierda gana un masaje, un viaje en globo, un finde rural… lo que se te ocurra o pueda esa empresa permitirse.

Con este tipo de juegos los clientes se “pican” entre sí y siguen las rutinas que les marquen, se motivan ya no sólo para perder el peso sino para ganar la competición.

 

 La Gamificación en el área del marketing

La Gamificación en el área del marketing


La gamificación no es algo exclusivo del marketing. Hacer jugar a unas serie de personas para que aprendan, se esfuercen, se coordinen como un buen equipo…

Eso lleva haciéndolo la empresa desde hace ya unas cuantas décadas. En las escuelas de negocio se llevan haciendo simulaciones empresariales desde hace mucho.

Los alumnos tienen que montar empresas ficticias y operar en el mercado de manera simulada, sin riesgos, pero con consecuencias negativas y positivas según acierten o se equivoquen.

La gamificación en el mundo del marketing es una estrategia que está escalando posiciones desde hace unos años. No hace tanto tiempo, el marketing empleaba los sentimientos para intentar vendernos sus productos (¿te gusta conducir?).

Ahora bien, hablando de plataformas sociales, con una estrategia de Social Media basada en la gamificación, sería la marca la que pediría que los usuarios mandasen sus vídeos conduciendo sus vehículos; los usuarios de redes sociales de esa marca votarían por sus vídeos favoritos; y el ganador podría ir a un circuito de pruebas y disfrutar de la conducción de su último modelo, o de un modelo deportivo, o de un modelo clásico…

¿En qué se basa el éxito de una estrategia de gamificación?

Con la llegada del marketing digital, todos los negocios, pequeños o grandes pueden crear estrategias de gamificación para poder, como fin último, vender más a más gente. Lo único que deben hacer es seguir un plan bien trazado y ponerlo en práctica.

Y yo diría aún más. El éxito de una estrategia de gamificación se basa en acertar con el juego que la empresa ofrezca a sus clientes.

Esto implica que la empresa conoce los gustos, filias y fobias de sus clientes. Una gran multinacional se basa en encuestas, estudios de mercado, opiniones de “expertos” y gurús de la materia.

Un pequeño negocio conoce cara a cara a sus clientes.

 

¿Lectura recomendada:
Buyer Persona, qué es y por qué hará crecer tu negocio .

 

El dueño de un pequeño negocio sabe cuáles son los intereses de la mayoría de sus clientes y, si no los conoce, se lo puede preguntar para ver si estaría dispuesto, o le llama la atención, entrar en un juego.

Es decir, creo que la gamificación, que funciona muy bien en las grandes compañías, podría funcionar todavía mejor en los pequeños negocios o en los negocios de barrio.

Imaginaos un bar que comience un juego en redes sociales donde los participantes publiquen vídeos de sus “tapas” favoritas o más originales.

El ganador tendrá el honor de ser jefe de cocina un sábado para controlar la manera correcta de cocinar su tapa ganadora, que será la que se sirva durante ese día con todo tipo de publicidad en todo tipo de soportes de marketing tradicional y digital.

Si no eres de mucho cocinar puede que no te interese participar en el concurso. Pero puede que sí seas de mucho comer y te llame la atención que un aficionado sea el jefe de cocina por un día y comer la famosa “tapa”.

 

 Elementos de una campaña de gamificación


Elementos de una campaña de gamificación


Dos son los elementos fundamentales que siempre debe tener una campaña de gamificación: competición y recompensa.

El juego que debes plantear a tus clientes debe ser competitivo. De manera individual o en grupos, pero competitivo. La gamificación implica que debes de luchar contra otros oponentes para llegar el primero, conseguir más puntos, ser el que más guste…

Pero siempre teniendo en cuenta que el esfuerzo no debe ser titánico; no se trata de organizar una pelea de gladiadores a vida o muerte, o un club de la lucha donde el participante pueda llegar a perder la salud o hasta la vida.

El objetivo es mantener entretenidos a tus clientes y “picarlos” entre ellos para que se esfuercen, de una manera controlada, para ser mejor que el resto de participantes.

Siguiendo el ejemplo del bar de “tapas”. No sería buena idea exigir a los participantes (cocinillas de fin de semana o aficionados a la cocina sin mayores conocimientos o pretensiones) que utilicen en sus “tapas” nitrógeno líquido.

Cualquiera que no sepa manejar este tipo de material corre serio riesgo de perder por amputación alguno de sus miembros. Y se trata de salir en todos los medios por lo original del juego y el resultado, no en la sección de sucesos de los periódicos. El siguiente elemento fundamental a la hora de planificar una campaña de gamificación es la recompensa.

La recompensa debe cumplir también una serie de características para hacerla atractiva y que la gente participa.

¿Os imagináis como recompensa de un concurso de comida vegana una cena en un asador para que el ganador disfrute de un chuletón de 5 kg? No tiene sentido ¿verdad?

La recompensa debe estar mínimamente relacionada con la temática de la empresa. Pero también puede ser algo que sepas que guste a tus clientes y les anime a participar.

La recompensa puede ser un mes a gastos pagados en un hotel de 5 estrellas en las islas Hawaii. Sea cual sea la actividad de la empresa; sea lo que sea que venda, seguro que esa recompensa gustará a todo el mundo y mucha gente se animará a participar en la competición.

Este ejemplo de las vacaciones pagadas me sirve perfectamente para hablar del siguiente elemento que debe tener la recompensa: que la empresa se lo pueda permitir.

Los objetivos de la gamificación pueden ser muchos pero el último y principal es vender más a más gente. La cosa es valorar si el aumento de ventas compensa el precio que la empresa pague por el premio que ofrece.

Aquí las grandes corporaciones juegan con cierta ventaja porque disponen de más dinero. Pero el pequeño empresario puede basar su premio en los deseos de sus clientes más que en el precio, en el valor monetario real de lo que se ofrece como recompensa.

Tanto para crear el juego que enganche a los clientes como para la recompensa o premio es la imaginación y el bolsillo del empresario el que manda. Esos son los únicos límites reales para el juego.

 

 Técnicas de gamificación


Técnicas de gamificación


A lo largo del artículo ya he hablado de algunas de ellas al poner ejemplos. Ahora voy a realizar un pequeño listado para que tengas más claro los tipos de juegos que puedes plantear para dinamizar a tus clientes:

1.- Acumulación de puntos

Puede que sea la que más te suene. No hace tanto tiempo nos llovían ofertas por todos lados para hacernos una tarjeta de puntos.

Cada vez que comprábamos en algunos establecimientos nos metían puntos en esa tarjeta y, una vez cada tres meses, nos mandaban a casa un catálogo con cientos de artículos de todo tipo, para que canjeáramos nuestros puntos por esos regalos.

Es una técnica que hoy en día se sigue utilizando y sigue teniendo mucho éxito.

Y en cuanto a la acumulación de puntos, hoy te traigo una aplicación muy divertida donde, a través de la gamificación, tanto los profesores, los alumnos e incluso los padres de éstos, pueden estar informados de su evolución.

Se trata de ClassDojo, un juego que consiste en ir acumulando puntos positivos e ir minimizando los negativos, para que, al final del trimestre o del curso lectivo, se pueda establecer un ranking con los mejores alumnos de la clase.

2.- Superación de niveles

Este tipo de juego podría aplicarse a gimnasios o clínicas de adelgazamiento. Teniendo en cuenta el objetivo final se divide en etapas o niveles todo el recorrido que deba hacer el cliente.

Por ejemplo: objetivo bajar 10 kg de peso en dos meses.

Niveles: cada kilo perdido y no recuperado posteriormente te sube un nivel. Puede haber recompensas parciales o una única recompensa final.

Lo que sí debe haber es un reconocimiento público del nivel de cada participante, así van compitiendo entre sí para unos intentar igualar o superar a los otros.

3.- Desafíos

El juego en sí plantea un desafío a los participantes para que estimulen su imaginación y consigan superarlo.

En un gimnasio, por ejemplo, se podría plantear el desafío de levantar X kg después de una semana de entrenamiento. Los clientes que quieran participar en el desafío tendrán que entrenar duro durante toda esa semana para poder superar el reto. Si el gimnasio se paga por horas de asistencia en las instalaciones…

4.- Gimkana

La técnica de gamificación más conocida por los más pequeños de la casa. Seguramente han participado todos los críos de España en una gimkana durante las vacaciones escolares.

Este tipo de juego también se puede plantear como técnica de marketing en la empresa, siempre y cuando los clientes estén dispuestos a patearse la ciudad buscando pistas.

En las asociaciones de comerciantes debería ser de obligado estudio porque es una forma fantástica de dinamizar las compras en el pequeño comercio.

Otras técnicas de gamificación actuales no incluyen recompensa alguna, es la simple satisfacción personal de haber logrado el objetivo fijado, haber superado el reto planteado.

De esto entienden mucho los fabricantes de motos o, más concretamente, los de complementos y equipamiento para el sector del motociclismo.

Muchos de esos fabricantes incluyen en sus apps un apartado donde los amigos se pueden retar durante una semana, o un fin de semana, para ver quién recorre más distancia en sus quedadas o quién tiene la moto más rápida, todo ello de manera deportiva y sin poner en peligro la seguridad vial.

En este modelo de gamificación no hay una recompensa económica, simplemente el ganador puede publicar en todas sus redes sociales que ha ganado el desafío porque ha recorrido X km.

Aunque no te lo creas incitar a la simple superación personal, ya sea un reto físico o intelectual, suele funcionar muy bien en un gran sector de la población.

Y si tu negocio puede adaptar esta técnica de gamificación a sus clientes será la que más beneficios te ofrezca, ya que no hay que gastar o invertir nada en premios materiales.

 

 ¿Cuáles son los principales objetivos de la gamificación?


¿Cuáles son los principales objetivos de la gamificación?


Para ir terminado este artículo sobre gamificación quiero aclarar que la gamificación no es un objetivo, es un medio para llegar a un fin.

Utilizar la gamificación como estrategia de marketing es una forma de dirigir a tus clientes, visitantes, potenciales clientes… hacia donde tú quieras.

Puedes plantearte una estrategia de gamificación sólo para dar a conocer tu marca en redes sociales. O para que el público en general conozca dónde están tus instalaciones, tu empresa, tu negocio, tu despacho, tu clínica, tu tienda…

También puedes planteártelo como una manera de fidelizar a los clientes. Todos los expertos afirman que es más fácil vender más a un cliente que conseguir clientes nuevos. Así que puedes usar la gamificación para retener a tus clientes actuales y asegurarte su fidelidad hacia tu marca.

Si no te centras sólo en tus clientes actuales puedes usar la gamificación para crear una imagen de marca entre personas que no conocían tu empresa. Es una forma perfecta para darte a conocer, que el público que no te conocía empiece a saber de ti y, con el tiempo y tus ofertas, se convierta en clientes.

Te lo puedes plantear de manera puntual para realizar el lanzamiento de una promoción especial de un producto o servicio nuevo.

O, en vez de potenciar y dar a conocer un nuevo producto, potenciar las ventas de un producto concreto que te interese incrementar las ventas.

 

 Conclusiones

En cualquier caso, lo primero que tienes que hacer antes de diseñar una estrategia de gamificación en tu marketing empresarial es el objetivo que quieres conseguir.

Una vez fijada la meta tienes que ver qué ruta es la más adecuada teniendo en cuenta tus circunstancias empresariales y los deseos, filias y fobias de tus clientes (o del público al que te quieras dirigir con la gamificación).

Me encantará que me cuentes en los comentarios qué tipo de gamificación has planteado en tu empresa y el resultado que has obtenido.

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