Todo aquel que lanza una web o un blog en Internet, con más o menos fuerza e interés, pretende que su sitio aparezca siempre en las primeras posiciones de todos los buscadores, en nuestro caso, Google.
Pero para que eso suceda, hay que jugar con las reglas que los propios buscadores nos imponen y no caer en sanciones y penalizaciones, que impidan a tu web aparecer en los buscadores, o que aparezcan en las últimas posiciones.
Por eso, quiero en este artículo hacer una guía completa de todas las penalizaciones en Google que existen hasta la fecha y ayudarte también a no caer en las mismas.
Tabla de contenidos
- 1 ¿Qué son las penalizaciones en Google?
- 2 ¿Cómo afectan las penalizaciones en Google a tu página web?
- 3 ¿Cómo puedo saber si Google me ha penalizado?
- 4 Tipos de sanciones de Google
- 5 ¿Qué puedo hacer si Google ha penalizado mi web?
- 6 ¿Qué puedo y debo hacer para que Google no penalice mi página web?
- 7 Conclusión
¿Qué son las penalizaciones en Google?
Google, como los demás buscadores, tiene una serie de normas para su correcto uso. Sus ya conocidos “algoritmos” son los que posicionan unas webs por encima de otras, así como unas URL’s por encima de otras.
Todas esas normas y reglas de buenas prácticas, están pensadas para incrementar la buena experiencia de usuario. Básicamente, lo que se pretende, es que el usuario que esté realizando una búsqueda de cualquier tema, encuentre webs, páginas o artículos con contenido interesante y útil.
En definitiva, lo que Google quiere es que el usuario se fíe de sus criterios a la hora de posicionar unos contenidos por encima de otros para que quede satisfecho con lo que encuentra.
¿Qué pretende conseguir Google aplicando este algoritmo?
Y si no cumples con esas reglas, como todo en la vida, te enfrentas a ciertas sanciones. Estas sanciones están relacionadas con el tráfico orgánico que llega hasta tu sitio web, principalmente.
Pero también puede suceder que tu web desaparezca directamente de los resultados de búsqueda, que no estés indexado; toda tu web o sólo aquellas páginas o artículos que estén incumpliendo las directivas de Google.
¿Cómo afectan las penalizaciones en Google a tu página web?
Estar presente en los resultados de búsqueda de Google y estarlo en las primeras posiciones, genera una gran cantidad de tráfico orgánico hacia tu web.
Cuanto mejor estés posicionado en su SERP, mayor cantidad de usuarios llegarán hasta tu sitio Web y podrás convertirlos en clientes.
Si incumples la normativa de Google, las sanciones que te pueden acarrear pueden ser de muchos tipos, sin embargo todas ellas conllevan el perder posiciones en ese resultado de búsqueda, con lo que caerás en el “olvido digital”.
Si la sanción es más grave te pueden dexindexar, es decir, que el propio Google te “borra” de sus bases de datos y nadie te podrá encontrar cuando te busque por las palabras clave principales de esos contenidos.
Eso haría desaparecer gran cantidad de visitas a tu web y las consecuencias pueden ser desastrosas para tu negocio e incluso para tu marca personal.
Pero también puede ser que incumplas sus directrices sólo en una parte de tu web: en una página, en un plugin instalado, en un artículo, etc.y que sea sólo eso lo que desaparezca del motor de búsqueda.
En cualquier caso, una sanción de Google por malas prácticas no es el fin del mundo, se puede reparar, pero sí puede ser un descalabro económico si la web a la que han sancionado deja de recibir miles de visitas y se dedicaba a la venta de productos o servicios.
Miles de potenciales clientes dejan de encontrarte, dejan de visitarte, dejan de comprarte… Ya os podéis imaginar.
¿Cómo puedo saber si Google me ha penalizado?
Como propietario de la página web, deberías tener acceso a los datos de análisis de tu sitio y, teniendo a la mano esos datos, es fácil detectar una caída brusca de visitantes.
Es muy fácilmente reconocible porque de un día para otro pasas de un tráfico habitual, a que éste decaiga de manera dramática.
Este no es el método científico para saber si Google te ha sancionado, pero sí te sirve para saber que algo raro pasa; y eso tan raro que ha pasado suele ser algún tipo de sanción.
Una manera muy sencilla de saber si tu sitio tiene algún tipo de sanción es escribir en la barra de navegación lo siguiente: site:tudominio.com
Si no aparece nada en el resultado de búsqueda es que tu web no está indexada, no está en la base de datos de Google, por decirlo más llanamente. Si antes sí lo estaba y ahora no: blanco y en botella, amigo.
El método más fiable para poder saber si la página ha sido sancionada será a través del aviso que podrá llegarte a través de tu cuenta de correo electrónico, que te llevará a tu cuenta de Google Webmaster Tools. Ahí ya no queda ninguna duda de la sanción.
Con la herramienta de “Google Webmaster Tools” podrás acceder al botón “Errores de Rastreo”. Ahí aparecerán todos los posibles problemas que tenga tu sitio y sabrás cómo poder arreglarlo o, al menos, minimizar en la medida de lo posible, las consecuencias negativas para tu web y tu negocio.
Tipos de sanciones de Google
Google puede sancionarte de muchas maneras, según la gravedad de lo que llevó a sancionarte la web.
Panda y Penguin son los encargados de vigilar dos aspectos de los sitios webs. Con el algoritmo Panda se persigue el contenido del sitio; con Penguin se persiguen los enlaces artificiales.
Teniendo en cuenta estos dos famosos, e importantes, algoritmos y a qué se dedican, veamos qué es lo que no hay que hacer y así evitar las penalizaciones.
1. Panda: contenido de calidad y original
Panda busca en los sitios web para detectar contenido duplicado y de baja calidad.
Pero también detecta si el contenido de una determinada página o web está relacionado con el título de la página o de la web.
Es el típico sitio web de venta de coches de segunda mano que estás buscando y, cuando pinchas en el enlace te aparecen “señoritas ligeras de ropa”.
En este caso, el título de la web nada tiene que ver con el contenido. El usuario que está buscando en Google coches de segunda mano se topa con una página de contactos o de pornografía.
Con este ejemplo extremo creo que te quedará claro que el título, y la descripción del sitio, debe estar relacionado con el contenido.
Google te sanciona si no hay una relación directa; si usas un título que induce a pensar en un tema de actualidad o con muchas búsquedas para atraer visitantes, pero el contenido es otra cosa completamente diferente.
O no tan completamente, pero es artificial.
Con el contenido duplicado hay poco que explicar. Si no sabes de qué escribir en tu blog y se te ocurre la brillante idea de hacer un “copia/pega” de un artículo de otro blog, como por ejemplo del blog de Webempresa, Google más temprano que tarde lo detectará y procederá a sancionarte.
El contenido de tu sitio debe ser 100% original, aunque cites textualmente (poniendo la fuente) a otros autores. Debes dar tu propia visión de las cosas, tu toque personal.
También podemos hablar aquí de la baja calidad de tu propio contenido original. En este caso no hay sanción de Google, simplemente el buscador lo considera poco interesante y no lo rankea ni aparecerá en las primeras posiciones.
En no pocos artículos sobre este mismo tema, muchos autores, hablan de sanciones por este tipo de contenido de baja calidad. Pero no es una penalización en sí, simplemente tu contenido es tan “malo” que el buscador lo ignora.
Para salir de esta “penalización” lo tienes muy fácil: ponte a crear contenido de calidad y 100% original. Sin embargo, puede ser que, como en mi caso particular, gestiones blogs en los que escriba más de una persona y, por ejemplo, tengas un equipo de redactores o autores invitados.
En este caso, puedes también ayudarte de herramientas online, que te darán indicios de si ése contenido es o no duplicado y se ha publicado ya anteriormente en Internet:
Plagiarisma.net
Se trata de una herramienta gratuita, siempre y cuando realices no más de 100 comprobaciones al día.
A partir de ahí, tendrás que atenerte a sus correspondientes precios de pago. Para que sepas cómo funciona, aquí te dejo un vídeo muy sencillito, para que tú también puedas hacer tus comprobaciones:
Duplichecker
En este caso, se trata de otra herramienta gratuita, aunque con versión de pago, algo más avanzada y que te permitirá analizar textos más largos e incluso webs completas.
Con esta segunda herramienta podrás asimismo comprobar los resultados que previamente has checkeado con “Plagiarisma.net” y estar completamente seguro de que el texto que tienes entre manos es contenido único.
2. Penguin: los enlaces basura
Penguin se encarga de rastrear enlaces artificiales que apuntan hacia tus páginas o tu sitio web para dotarlo de mayor autoridad y subir en los resultados de búsqueda.
Cuando tu web o tus artículos son buenos, interesantes, útiles, prácticos… los usuarios suelen citarlos en sus sitios poniendo un enlace hacia ellos. Esto aumenta las visitas a tu sitio y te crea buena fama online.
Una forma artificial de conseguir estos enlaces es comprarlos. Son las llamadas granjas de enlaces, sitios de muy baja calidad que se dedican a crear enlaces hacia tu sitio web o hacia una de tus páginas.
Pero también puedes caer en la tentación de entrar en dinámicas de grupo en las que diversos usuarios se comprometen a enlazar sus contenidos con los tuyos.
Imagínate un artículo hablando de cómo hacer videotutoriales en directo para aprender a trabajar la madera de pino de manera ornamental, por ejemplo, y que sin venir a cuento enlaza con un artículo tuyo en el que hablas de las guerras del Peloponeso.
Los usuarios que llegan al videotutorial interesados en ese tema y pinchan en tu enlace quedarán decepcionados porque el importa bien poco las guerras del Peloponeso.
Esa mala experiencia de usuario termina pasando factura a los dos sitios enlazados, aunque los dos sitios tengan contenido de calidad.
Para Google, todo enlace que no parezca natural y lógico, teniendo en cuenta el contenido del sitio, es susceptible de ser sancionado de una u otra forma, así que no pierdas el tiempo en buscar atajos.
3. Reducción del PageRank
Una de las sanciones puede ser la reducción de tu PageRank. Para decirlo de una manera más sencilla, te baja la “reputación” de tu web frente a otras de similares características o temática.
De esta forma, en el motor de búsqueda otras webs similares a la tuya siempre aparecerán en posiciones más avanzadas y, por tanto, se llevarán todo el tráfico orgánico.
La sanción también puede consistir en la bajada de posiciones en los resultados de búsqueda. Esto puede parecer una sanción menor, pero tiene su importancia.
Cada vez que alguien busca algo en Google le aparece en una primera pantalla unos diez resultados (que son los que se llevan el grueso de las visitas) en las siguientes páginas aparecen los siguientes diez resultados y así sucesivamente.
Si Google te sanciona con la pérdida de 30, 50 ó 950 posiciones pues te puedes imaginar. De aparecer el número uno de la primera página de resultados a aparecer en la tercera página, en la 5, o en la 95
¿Alguna vez has visitado los resultados de la página 95?
Por último, estarían las sanciones relacionadas con la indexación, con la aparición en los resultados de búsqueda. Y puede ser de dos tipos.
- Puede que tu sanción sea solo sobre una de las páginas de todo tu sitio web. Puede que la estructura o el contenido de esa página no cumpla con la normativa de Google y sea la que no aparezca en los motores de búsqueda y, por tanto, en los resultados de búsqueda cuando los usuarios busquen sobre el tema de la página.
- Pero también puede ser que Google decida desindexar todo tu sitio. En este caso tu sitio web desaparecerá de los motores de búsqueda y nadie que esté interesado por tus temas, tus productos o servicios, podrá encontrarte.
Es, sin duda, la sanción más grave que puedes sufrir cuando incumples el código de buenas prácticas de Google.
Llegados a este punto surge la pregunta. Una vez que Google me sanciona, ¿qué hago?
Que Google te sancione puede suponer una gran cantidad de dinero perdido en ventas, que dejan de realizarse en tu sitio; cientos o miles de potenciales clientes que dejan de encontrarte.
Pero lo mismo que te sanciona por incumplir sus normas, te levantan la sanción si las vuelves a cumplir. Puede que esto último no sea tan automático como imponer la penalización, pero al menos minimizas o suavizas las consecuencias negativas de dicha penalización.
Si Google te penaliza una página por incumplir una serie de normas, tú tienes la opción de retocar esa página, corregir los errores y pedirle a Google que la revise, hay que mandar a Google una “petición de reconsideración”, para que vea que todo está correcto y te la vuelva a indexar y rankear.
¿Qué puedo hacer si Google ha penalizado mi web?
Una vez que nos queda claro que Google nos ha sancionado, la primera reacción de muchos es entrar en pánico; la segunda es comenzar desde 0 y crear una nueva.
Desde luego, crear una página web nueva y no cometer los mismos errores que nos llevaron a una sanción de Google no es mala idea, pero no tiene por qué ser la única solución.
Las sanciones de Google pueden ser de dos tipos: manuales o algorítmicas.
Con las sanciones manuales tenemos que alguien nos ha denunciado o que un trabajador de Google nos ha detectado una infracción.
Normalmente, el webmaster recibe una notificación en su panel de Search Console indicando el tipo de infracción.
En este caso la solución es fácil: corrige lo que está mal y solicita a Google una revisión, para que vea que ya está todo correcto.
Pero lo normal es que las sanciones sean de tipo algorítmico, sean automáticas. En estos casos no hay aviso ni comunicación.
Para saber si tu página ha sido sancionada tendremos que visitar Search Console y entrar en Errores de Rastreo.
Allí encontrarás una lista de posibles errores tanto en web como en páginas y podrás saber con mayor exactitud qué problemas hay.
Sabiendo cuál es el problema sabemos cuál debe ser la solución. Una vez que hemos solucionado la cuestión podemos pedir a Google que nos vuelva a indextar la web o la página.
¿Qué puedo y debo hacer para que Google no penalice mi página web?
Google quiere que los usuarios que utilicen su buscador encuentren el contenido que estaban buscando. Y que ese contenido sea útil y de calidad, que la experiencia del usuario sea buena para que vuelva a confiar en Google a la hora de buscar de nuevo.
Así que eso es lo que tienes que hacer para no ser sancionado por Google. Ofrecer siempre contenido de calidad y original, para que los usuarios que te visiten queden satisfechos y recomienden tus contenidos.
Tienes que crear pensando en el usuario, no en los algoritmos. Tu contenido no puede ser artificial pensando en las máquinas y las fórmulas matemáticas que posicionarán tu web.
No valen atajos en esto, porque esto va de “fama online”. Cuanto mejor sea tu contenido más gustará a los usuarios; cuanto más guste a los usuarios más gente hablará de ti y enlazará a tu contenido; cuanta más gente te visite y te enlace porque le ha gustado tu contenido más subirás en los resultados de búsqueda.
Este es uno de esos casos en los que hacer las cosas bien desde el principio, sin buscar atajos o trucos para posicionar más rápidamente tu contenido, a la larga, será más beneficioso porque llegar antes con malas prácticas puede ser “flor de un día” y tu web puede desaparecer tan rápido como llegó.
Conclusión
Para evitar las penalizaciones en Google, es mejor hacer las cosas bien, ir pasito a paso escalando posiciones hasta llegar al sitio que te corresponde y te mereces, según el contenido que seas capaz de generar.
Creo que es mejor aparecer en los resultados de búsqueda, aunque sea en unas posiciones un poco atrás, a no aparecer, ¿no crees?
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Consultor de Marketing Digital freelance, especialista en Marketing de Contenidos y Social Media. Editor de contenidos de “JF-Digital” y Webescuela. Blogger imparable en ismaelruizg.com y Cofundador de la revista “Marketeros de Hoy”.