Imagina que contratas a una persona para que te ayude en tu negocio, un empleado.
Dicho empleado se supone que va a realizar “funciones de marketing”, las cuales tú no sabes bien qué significan ni qué esperar de ello, pero tienes claro que como resultado de sus funciones quieres ganar más dinero.
Ahora coge a ese nuevo empleado, le pones un traje precioso, lo peinas y lo llevas a la oficina.
Una vez allí, lo metes en el cuarto de las escobas.
Observas con el paso de los días tu cuenta de resultados, pero no ves nada diferente. De vez en cuando, abres la puerta del cuarto de escobas y compruebas que el empleado sigue ahí.
Cierras de nuevo la puerta y vuelves a tu mesa. Compruebas tus cuentas y nada. Todo igual.
Pasados unos meses, enfadado te preguntas para que te estás gastando un dinero en dicho empleado, si no hace nada por ti ni por tu negocio. No hace nada para que ganes más dinero.
Esta situación, que te puede parecer absurda, es la que se da cuando se gasta un dinero en una página web sin saber qué va a hacer exactamente por nosotros, sin conocer cómo va a rentabilizar el gasto que nos supone.
De hecho, cuando hablas de tu página web no deberías hablar de un gasto, sino de una inversión. Pero es difícil hablar de inversión si, como digo, la web no hace nada para conseguir tus objetivos, sean cuales sean.
Tabla de contenidos
- 0.1 Diferencia entre resultados y objetivos
- 0.2 ¿Cuáles pueden ser los objetivos?
- 0.3 Para cualquiera de estos objetivos, necesitas tráfico
- 0.4 No quieres visitas, quieres conversiones y ventas
- 0.5 Resumiendo: ¿te ocurre esto a ti?
- 0.6 Autor Invitado: Omar de la Fuente
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Diferencia entre resultados y objetivos
Ganar más dinero no debe ser un objetivo, sino un resultado.
Concretamente, el que todos queremos. Vender más, es otra forma de decirlo.
Para conseguir dicho resultado, hay que concretar y utilizar unos objetivos intermedios que nos servirán de puente para alcanzar los resultados.
Puede parecer confuso, pero ahora veremos que no es así. Si simplemente dices “quiero vender más” o “quiero ganar más”, con esas instrucciones tu web no podrá hacer mucho.
Hay que determinar unos objetivos a conseguir en la web, es decir: hay que tener claro qué acción o acciones queremos que realice el usuario en nuestra página web.
¿Cuáles pueden ser los objetivos?
Esta pregunta es la clave del buen funcionamiento de una web.
No hay un único tipo de objetivo, por lo que debemos analizar nuestro caso en particular y determinar cuál es el que más nos conviene a nosotros.
Estos objetivos pueden ser:
- Branding: ninguna acción en concreto por parte del usuario, sólo pretendemos reforzar nuestra imagen de marca. Esto únicamente se lo deben o pueden permitir las grandes marcas y empresas.
- Captar suscriptores: hacer que los usuarios se suscriban a una newsletter u obtengan algún beneficio directo, a cambio de proporcionar su nombre y su email.
- Captar leads o clientes potenciales: similar al anterior, pero en este caso deberíamos de hacerlo a través de un formulario donde recojamos más datos que nos interesen.
- Conseguir peticiones de presupuesto: puede que queramos que nos pidan un presupuesto sobre nuestros servicios a través de un formulario.
- Hacer que te llamen directamente: dependiendo del modelo de negocio, podría ser que lo más interesante para ti es que te llamaran por teléfono para consultar.
Hay seguramente más tipos de objetivos, pero estos son los más habituales.
Lo que quiero que entiendas, es que tu página web debe estar 100% orientada a conseguir alguno de ellos, el que sea, y no simplemente estar por estar.
Te pongo un ejemplo: imagina que quieres conseguir que te pidan presupuestos por email.
Perfecto, lo malo es que lo normal es que en la página de inicio se hable de cómo es tu empresa y cuarenta cosas más, teniendo el formulario para dichos presupuestos escondido dentro de otra página, tipo “Contacto”.
Si tu página de inicio es la más visitada y lo que quieres son peticiones de presupuesto, ¿por qué no hablas en dicha página de los beneficios que obtiene el usuario al contratar tu servicio, y le pones ahí mismo bien visible el formulario? Es sólo un ejemplo.
Para cualquiera de estos objetivos, necesitas tráfico
Otro punto importante, es el posicionamiento de tu página web.
De nada sirve que tengas una web preciosa y orientada a tus objetivos, si nadie la visita.
Hay básicamente dos formas de atraer visitas a tu web: gratis o pagando.
Pagando me refiero a hacer publicidad en internet, ya sea contratando banners en otras páginas web concretas o haciendo publicidad contextual de Google AdWords.
La forma gratis, es gratis relativamente, pues requiere escribir contenidos dentro de tu web y eso conlleva su tiempo y saber hacerlo.
Pero no es imposible, yo personalmente lo recomiendo. Lo veo como matar dos pájaros de un tiro: por un lado demuestras al usuario que sabes de lo que hablas y generas en él una confianza mucho mayor que si sólo le muestras tu portfolio, por decir algo.
Además por otro lado, Google te remitirá tráfico en base a esos contenidos, según las búsquedas realizadas por los usuarios en su buscador.
Y no cualquier tipo de tráfico, sino un tráfico de calidad segmentado, siempre y cuando hayas hecho bien tus deberes de SEO (Search Engine Optimization) o tengas quién te las haga.
Porque seguro que no me equivoco si digo que tú no quieres en tu web personas que hayan llegado ahí de rebote o por error, que estén 10 segundos y se vayan para no volver. Supongo que tú lo que quieres son usuarios que se puedan convertir en clientes.
No quieres visitas, quieres conversiones y ventas
Dicho de otro modo: de nada sirve tener muchas visitas si no conviertes con tus objetivos.
Para que me entiendas, una “conversión” puede ser una venta, una suscripción, una petición de presupuesto, una llamada telefónica, etc. Depende de cuál sea tu objetivo, pero si una visita lo cumple, es una conversión.
Y de eso trata básicamente tener una página web:
- Determinar tus objetivos a conseguir.
- Atraer tráfico segmentado y visitas cualificadas.
- Optimizar para convertir tus visitas en clientes.
Como ves, está bastante lejos de tener una web sólo para decir que tienes una web.
Porque cuando la tienes para eso, es cuando es un gasto y no una inversión.
Resumiendo: ¿te ocurre esto a ti?
Recuerda que el marketing online es sólo una palabra. Que no te confundan con herramientas modernas y términos en inglés. Lo que necesites es tener un profesional que sepa hacer que tu web sirva para lograr tus objetivos.
Autor Invitado: Omar de la Fuente
Servicios para empresas, pymes y autónomos